lunes, 12 de noviembre de 2012

YO NACÍ UN DOMINGO


Medio siglo
para ver el silencio oxidado de las cosas,
el misterio que me desnuda a la verdad,
la comedia de la resurrección de cada mañana,
tapándose con el sudario del hastío
en cada atardecer.



Yo nací un domingo, mirando el mar de la incertidumbre,
nací escéptico y ocioso 
sin querer hacer el bien y el mal,
solo quería ser un espectador de la epilepsia del mundo,
alguien que no propone nada,
analizando el delirio humano.
Nací con la duda en la sangre,
para captar un cielo sin dioses y una tierra sin amos.
Nací para no tener leyes ni creencias,
ni señores ni rectores a quien rendir nada.
Nací solo para creer en mi destino,
para recoger la palabra desoída ,
el grito de la poesía,
el sueño olvidado, 
la dulce rabia de las cosas.
Yo nací un domingo,
para meter el dedo en la llaga,
era un día de resurrección ,
ya me lo habían contado , pero no lo creí,
ni lo creo ni lo voy a creer.

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