PERDONAME

Perdóname 

por no querer compartir el oxigeno de los perros en esta ciudad,

por mi rabia que enquista ángeles,

por amar a las prostitutas,

por eyacular mi alma contra el aíre,

por impugnar el día en que me pario la naturaleza 

y por despojarme de su sangre 

como un artrópodo espelunante,

por compartir la auto destrucción

que los fanáticos e idiotas llaman cobardía,

por no necesitar a san Martín para evitar revelarme 

por amar a los corruptos y aborrecer a los mediocres,

por reírme de las palabras de los beato y religiosos,

por olvidar que existo entre bestias que lloran,

por despreciar a los que sacrifican sus vidas explotando a otros,

por no creer tu espada,

si no en la que tengo en mis manos para matar o morir...