Ebrio y ávido de tu cuerpo ,
recorreré los senderos y las malezas de su jardín,
me encontraré con la dulce fruta del árbol del edén ,
y no dejaré nada al cielo.
Me degustaré hasta las raíces mas profunda y húmedas
de la tierra.
Me iré contigo, arrojado por ángel de la pasión.
Acordes paradisíacos se oirán
y espesas sombras de negror taparán nuestro cielo.
Terminaré plegado a la piel de tu boca
y eclipsado aún por tu mirada,
apagaré con mi pecho y sudor,
el fuego que me deja la salvaje pureza de tu amor .
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